sábado, 19 de septiembre de 2009

Carta de una médico a la Ministra - Gripe Porcina

publicada en la revista colegial.


Por Mónica Lalanda:

9 de septiembre de 2009.-


Señora ministra, le propongo que sea usted la
primera española que se vacune contra la gripe A.
De hecho, con este despropósito llamado autonomías,
si se vacuna usted y toda la cartera de gente que
nos gobierna en España, el grupo control sería lo
suficientemente grande como para sentirnos todos
más seguros.

Verá usted, le agradezco que me haya colocado a la
cabeza de los grupos de riesgo y que tenga usted
tantísimo interés en que no me coja la gripe.
Entiendo que usted me necesita para que el sistema
de salud no se colapse; sin embargo,
es una gran pena que al igual que usted
se preocupa por mi salud y de repente me valore
como un bien nacional, no se preocupe por mi
situación laboral.
La invito a que venga a ver mi contrato
o el del resto de los médicos en este país.
La gran mayoría trabajamos con contratos que
en el resto de la Europa antigua serían una vergüenza.

Señora ministra, yo no me voy a vacunar.
El virus no ha acabado de mutar y a partir de la
última mutación deberían pasar seis u ocho meses
para elaborar susodicha vacuna.
Es decir, la vacuna que nos proponen no puede ser
efectiva.
En cuanto a su seguridad, ya tenemos la experiencia de
vacunas para la gripe fabricadas con prisas;
se usan adyuvantes peligrosos para poder poner menor
cantidad de virus. Francamente, yo prefiero tener
mocos tres días que sufrir un Guillain-Barré.

Señora ministra, a mí no me gusta ser un conejo de
indias. El Centro de Prevención y Control de Enfermedades
de la UE "espera a saber cuáles son los efectos de la
vacuna en los adultos sanos para detectar posibles
consecuencias adversas".
Mire usted, casi que no. Prefiero que se la ponga
usted y me lo cuenta.

Señora ministra, se les está marchando el asunto de las
manos. Está ya más que claro que este virus,
aunque muy contagioso, es muy poco agresivo
y más del 95% de los casos cursa de manera leve.
Se espera un máximo de 500 fallecimientos frente a los
1500 a 3000 que provoca la gripe tradicional.

Mientras tanto, usted está permitiendo un
despilfarro de recursos inaceptable.
Muchos hospitales en el país están siendo objeto de
cambios arquitectónicos absurdos e innecesarios para
prepararse para una hecatombe que ya sabemos
no va a ocurrir. Se han gastado ustedes 333 millones
de euros en esta pandemia de color y fantasía.
La letalidad del virus es del 0.018%, francamente
irrisoria.

Señora ministra, déjeme que le recuerde que la gripe A
ha matado de momento a 23 personas y que tiene una tasa
de incidencia de 40-50 casos por semana y 100.000
habitantes. Sin embargo, el tabaco produce en España
40.000 muertes al año y 6.000 por tabaquismo pasivo.
Eso sí que es una pandemia, pero usted prefiere
ignorarla.
Es un tema menos atractivo y que le crearía multitud
de enemigos. De los 447 muertos en las carreteras
españolas en 2008, ni hablamos, que no es de su cartera.

Señora ministra, explíqueme por qué tiene usted el
Tamiflú bajo custodia del ejército. La eficacia de
los antivirales en esta gripe es dudosa y de cualquier
manera lo único que hace es reducir en un ratito la
duración de los síntomas y con efectos secundarios
no despreciables.
Cualquiera diría que guarda usted bajo siete llaves la cura
contra el cáncer o la peste bubónica.
Ponga el fármaco en las farmacias que es donde debe estar
y déjese de fantasías más propias de Hollywood.
Alternativamente, haga algo sobre la patente del
osetalmivir y permita que lo fabriquen otras compañías
farmacéuticas, así no hay agobios de restricciones.

Señora ministra, las previsiones de la Organización
Mundial de la Salud ya se han patinado en ocasiones
anteriores.
Cuando la gripe aviar, predijeron 150 millones de
muertos que al final quedaron en 262 fallecimientos.
Se han vuelto a equivocar, no importa.
Lo importante es parar la locura en la que estamos
montados y esa, señora Jiménez,
es responsabilidad suya..

Señora ministra, aquí una es una cínica por naturaleza.
Demasiada gente se lleva tajada en este asunto.
No sólo los fabricantes de las vacunas y los antivirus
sino los que hacen las mascarillas, los de la vitamina C,
los del bífidus activo, los fabricantes de ventiladores
artificiales y pulsioxímetros, los de los pañuelos desechables,
los productos de desinfección de manos, hasta los presos con
enfermedades incurables que quieren aprovechar para marcharse
a casa.
Sin embargo, no me negará tampoco que la pantalla de humo
les ha venido al pelo a su gobierno ahora que la crisis sigue su
marcha, el desempleo tiene niveles históricos, nos suben
los impuestos, sube el IRPF y baja el PIB.
Una casualidad, supongo.

Señora ministra, una cosilla más.
Si tengo que ver muchas más fotos suyas a media página
con mirada astuta, trajes sexis y poses de modelo...
¡me va a dar algo!

Mónica Lalanda ha pasado los últimos 16 años
en Inglaterra, la mayoría como médico de urgencias en
Leeds (West Yorkshire). En la actualidad trabaja
en la unidad de urgencias del Hospital General de Segovia,
participa en varias publicaciones inglesas y también ilustra
libros y revistas con viñetas médicas.

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